El Observatorio Vera Rubin a la caza del misterioso Planeta Nueve

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El Observatorio Vera Rubin, situado en Chile, ha activado recientemente su telescopio equipado con el 3.200 megapíxeles, el más potente del mundo. Este instrumento de última generación promete revelar importantes secretos del universo, incluida la misteriosa naturaleza de energía oscura, materia oscura, y eventos cósmicos que aún se conocen mal. Un objetivo clave de la misión es también la identificación del enigmático Planeta Nueve, cuerpo celeste que se cree situado en las regiones más remotas de nuestro Sistema Solar.

“No fue sólo un éxito; fue un éxito extraordinario”.”, ha declarado el director del programa Vera Rubin, Victor Krabbendam, al comentar la calidad de las primeras imágenes tomadas por el telescopio. Diseñado para tener un campo de visión extremadamente amplio, es capaz de asomarse a enormes porciones del cielo y obtener información crucial sobre fenómenos cósmicos de gran importancia científica.

De momento, el telescopio ha completado una fase de pruebas con una cámara reducida, pero dentro de unos meses se actualizará la instrumentación con el LsstCam de 3.200 megapíxeles, que garantizará un campo de visión 21 veces mayor en comparación con el actual.

Un salto adelante en las observaciones cósmicas

La primera imagen tomada por el Observatorio Vera Rubin es un pequeño cuadrado formado por nueve paneles, que cubren un área de cielo de casi el doble de la superficie del Luna llena. Cuando el telescopio esté plenamente operativo, el área cubierta por las imágenes será de aproximadamente 45 veces la de la Luna llena, permitiendo explorar el cielo de una forma sin precedentes.

El telescopio Vera Rubin está dedicado a una de las científicos pioneros en el estudio de la materia oscura, y pretende recopilar una cantidad extraordinaria de datos sobre fenómenos como el ondas gravitacionales y el supernovas. Estos datos serán cruciales para comprender mejor la distribución de la materia y la energía oscuras. Además, su amplio campo de visión lo hará ideal para catalogar pequeños cuerpos celestes del Sistema Solar, como asteroides, y detectar rastros de objetos misteriosos, como el Planeta Nueve.

El Planeta Nueve es un cuerpo hipotético que podría encontrarse más allá de la órbita de Neptuno, en una región extremadamente remota y difícil de observar. El Observatorio Vera Rubin, con su increíble capacidad para cartografiar vastas zonas del cielo, podría aportar por fin pruebas de su existencia, resolviendo uno de los enigmas más fascinantes de nuestro conocimiento del universo.

La instalación de la nueva cámara está prevista para marzo de 2025. Tras una serie de pruebas, se espera que las primeras imágenes científicas se publiquen en Junio y julio de 2025, marcando el comienzo de una nueva era en la investigación astronómica.