La sonda Voyager 1, lanzada por la NASA en 1977, ha establecido recientemente contacto con la Tierra utilizando un transmisor que llevaba inactivo desde 1981. Este extraordinario acontecimiento marca un momento significativo en la historia de la exploración espacial, ya que la Voyager 1 es la nave espacial más lejana de nuestro planeta.
Un viaje increíble
Tras su lanzamiento el 5 de septiembre de 1977 para estudiar Saturno, la Voyager 1 continuó su largo viaje hacia los confines del Sistema Solar, que atravesó en 2012. Actualmente, la sonda se encuentra a una distancia equivalente a unas 165 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. A pesar de llevar casi medio siglo en funcionamiento, sigue enviando datos valiosos sobre el entorno interestelar.
Problemas de comunicación
El 16 de octubre de 2024, la Voyager 1 dejó de responder a las últimas órdenes enviadas por las antenas de la Red Espacial Profunda. Teniendo en cuenta la gran distancia, las señales tardan unas 23 horas en llegar a la sonda y otras tantas en recibir una respuesta. Tras enviar una orden para encender algunos dispositivos calefactores, la sonda activó un modo de emergencia, desactivando varios sistemas electrónicos, incluidos los de comunicación en la banda X.
Una recuperación inesperada
Sin embargo, la Voyager 1 activó un sistema de comunicación de emergencia en la banda S, un sistema menos eficiente pero operativo tras 41 años de inactividad. Este dispositivo permitió enviar nuevos comandos y restablecer las conexiones con la sonda, garantizando así la continuación de su épico viaje más allá del Sistema Solar.
Conclusión
La recuperación de las comunicaciones con la Voyager 1 no solo demuestra la resistencia de la tecnología espacial, sino que también ofrece nuevas oportunidades para recopilar datos vitales sobre el universo. La NASA sigue supervisando la sonda y obteniendo información fundamental para comprender el espacio interestelar.
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