¿Cómo nacen los planetas? Un nuevo estudio cambia la perspectiva

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Tradicionalmente, la formación de los planetas es un proceso lento y gradual “de abajo hacia arriba”, en el que pequeñas partículas de polvo interestelar se agrupan a lo largo de millones de años, pasando de ser granos del tamaño de unos pocos micrones a planetas de dimensiones significativas.
Sin embargo, los planetas pueden formarse rápidamente a través de un proceso conocido como “descendente”. En este escenario, el material presente en los discos de gas y polvo que rodean a las estrellas jóvenes se fragmenta en estructuras espirales debido a la inestabilidad gravitacional; estos fragmentos se condensan luego en nuevos planetas.
En apoyo de esta hipótesis, el estudio de un equipo internacional de astrónomos dirigido por la Universidad de Victoria (Canadá) en colaboración con investigadores de la Universidad Estatal de Milán y publicado en la revista Naturaleza.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores utilizaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), el radiotelescopio más potente del mundo, que les permitió estudiar cómo se mueve el gas en los vastos brazos espirales del sistema.
Utilizando el radiointerferómetro ALMA (matriz de 12 metros), el equipo de investigación cartografió la velocidad de dos isotopólogos del óxido de carbono (el 13CO y el C18O) dentro de estos vastos brazos espirales alrededor de AB Aurigae y encontró pruebas claras de las “oscilaciones” previstas.
La detección de inestabilidad gravitacional en el disco alrededor de AB Aurigae es, por lo tanto, una confirmación observacional directa de esta vía ‘descendente’ para la formación de planetas.
Resultados fascinantes que nos revelan cuántos misterios aún sin resolver sobre la formación de los planetas pueden resolverse gracias a la tecnología.